La pesca en Patagonia chilena, se desarrolla en ambientes de extraordinaria belleza escénica y tranquilidad. Dispone de un excelente y variado nivel de infraestructura (lodge y hoteles); facilidad de acceso (aérea, terrestre o marítima) y operadores calificados, que convierten a la región en un destino reconocido mundialmente.
Debido a lo angosto del territorio y lo abrupto del relieve, los ríos desaguan -en sentido este-oeste- desde la Cordillera de los Andes hasta hermosos y profundos fiordos en el Océano Pacífico, que normalmente se encuentran cubiertos de una exuberante vegetación nativa hasta el mismo borde costero.
Los ríos, por lo general, son corto, de poco caudal pero muy torrentosos. En sus cercanías se hallan a menudo extensos ventisqueros que dan origen a una infinidad de lagos de origen glaciar, que al interconectarse generan una intrincada red de cursos de agua de menor recorrido, pero no por ello, menos torrentosos. Estos escurren sobre un sustrato rocoso e irregular, con poco sedimento en suspensión, por lo cual la gran mayoría de sus aguas son cristalinas, ofreciendo ricos sitios de pesca de especies de alto valor deportivo y gran tamaño como: trucha Arco Iris o Rainbow trout (Oncorhynchus mykiss), Fario, Marrón (Brown Trout), Percatrucha (trucha criolla), Salmón Plateado , Silver Salmón, del pacifico o Coho (Oncorhynchus kisutch) y salmón real o Chinook (Oncorhynchus tshawytshcha).
La temporada de pesca en Patagonia, dependiendo de la región (Chile), se inicia en términos generales el 16 de octubre y culmina el 14 de abril, excepto en la Reserva Forestal Laguna Parillar (Punta Arenas), cuyo cierre es el 14 de marzo. Para ello, los deportistas deben contar con un permiso otorgado por el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA), que se puede obtener en las oficinas regionales de la repartición.
La pesca, en aguas interiores (ríos, lagos, lagunas, tranques o embalses) sólo se autoriza con fines deportivos, usando señuelos artificiales, no permitiéndose la extracción de piezas inferiores a 35 cm o más de tres especies salmonídeas por jornada, siempre y cuando el peso total de las mismas, no supere los 15 kilos. En ningún caso se puede comercializar el producto de este tipo de pesca.
En Chile, la pesca con devolución (catch and release), desde hace algunos años, es una practica habitual. En términos muy simples, más que una técnica o estilo, es una filosofía, un concepto ético ambiental aplicado a esta actividad. Una modalidad que gana adeptos a nivel mundial por considerase un “plus” de alto valor deportivo y ecológico, donde la “experiencia vivida” está por sobre el “beneficio obtenido" -cantidad- y cuyo objetivo es reducir la presión ejercida sobre los ecosistemas para garantizar su sustentabilidad, permitiendo que sea la propia naturaleza y sus mecanismos de control los que regulen las poblaciones.
La pesca, en aguas interiores (ríos, lagos, lagunas, tranques o embalses) sólo se autoriza con fines deportivos, usando señuelos artificiales, no permitiéndose la extracción de piezas inferiores a 35 cm o más de tres especies salmonídeas por jornada, siempre y cuando el peso total de las mismas, no supere los 15 kilos. En ningún caso se puede comercializar el producto de este tipo de pesca.
En Chile, la pesca con devolución (catch and release), desde hace algunos años, es una practica habitual. En términos muy simples, más que una técnica o estilo, es una filosofía, un concepto ético ambiental aplicado a esta actividad. Una modalidad que gana adeptos a nivel mundial por considerase un “plus” de alto valor deportivo y ecológico, donde la “experiencia vivida” está por sobre el “beneficio obtenido" -cantidad- y cuyo objetivo es reducir la presión ejercida sobre los ecosistemas para garantizar su sustentabilidad, permitiendo que sea la propia naturaleza y sus mecanismos de control los que regulen las poblaciones.